En el negocio webcam al parecer todo es diversión sexo y dinero para modelos y estudios pero poco se conoce de los detalles e intimidad de las salas de chat y de los costos y recursos físicos, psicológicos y morales, que deben poner a prueba las protagonistas. Y menos se sabe de los derechos femeninos de modelos en estudios webcam
Algunos de estos “pormenores cotidianos” se han puesto en primera plana con denuncias en artículos de periódico y post sobre libros e investigaciones donde se establecen señalamientos muy precisos y fuertes sobre el quehacer de la industria webcam.
Al parecer desde esta visión en cabeza de la activista Mabel Lozano se trata de una forma más de esclavizar a las mujeres de nuestro mundo aprovechándose de las que nacieron en contextos de pobreza y por ende vulnerabilidad.
La realidad al interior de las salas de chat del día a día se trata del tema de producción de contenidos “eróticos” a usuarios que en medio del morbo y la excitación, fantasías y fetiches, solicitan ver situaciones “incomodas” que muchas veces las artistas de la web se ven presionadas a hacer sin que para ellas constituya placer o diversión sino todo lo contrario, dolor, repugnancia y deshonra.
Solo por el dinero, y es aquí donde la lupa del discurso de los derechos humanos y del discurso político feminista atraviesa la mirada en defensa de la dignidad de la mujer e impedir con ello su degradación y explotación sexual.
En este artículo se intenta comprender la visión de este fenómeno desde el activismo y los defensores de la libertad con las fuentes de internet webs y redes sociales citadas, en contraste con el mundo de modelos y estudios Webcam de experiencias, viajes y como participes del cubrimiento de eventos relacionados con la industria. También se encontrara una clara referencia a modelos webcam femeninas pues es el marco al que se refiere la discusión principalmente.
Las diferencias son extremas, y esto comienza desde la misma denominación del negocio. Para quienes, con mucha efervescencia, defienden a las mujeres en su dignidad y ven con escepticismo esta práctica como negocio. Titulan tajantemente: industria del porno en línea y/o pornografía en tiempo real.
Aquí mostraremos partes de las entrevistas y testimonios publicados sobre libros, artículos de prensa y en sus propias redes mostrando la vivencia de varias modelos, sus malas experiencias y testimonios de ex proxenetas arrepentidos. Para la industria y su entorno, a cambio todo parece más calmado y prudente, el negocio es llamado: modelaje Webcam, haciendo una clara referencia a la virtud y belleza, principalmente femenina.
Tenemos el inicio entonces, de la versión más oscura y por otro lado la versión más rosada de lo que en Colombia es uno de los sectores que más aporta e incentiva el crecimiento económico. Más aún en pandemia.
Comencemos con la primera:
Al poco tiempo de subir éste artículo encontramos la publicación de una entrevista en internet con Mabel Lozano, activista y defensora de derechos humanos que titula: “Onlyfans perpetúa la prostitución”. A propósito del libro; PornoXplotación (Editorial Alrevés) donde se hace hincapié en la parte oscura del negocio.
Allí la escritora y otrora modelo de pasarela, cuenta los efectos emocionales que puede llegar a tener la incursión en la industria porno y relaciona los conceptos de pornografía y prostitución, como si fuesen uno solo. Y prosigue:
«La pornografía capta con los mismos métodos que se usan en la trata y en la prostitución»
Cuando se refiere derechos femeninos de modelos en estudios webcam es mucho más específica, citando un testimonio de Carolina, una webcamer, cuando comenzó en el negocio:
“Así me sentí: abierta en canal y observada como un pedazo de carne colgado de un gancho en un mercado”
Esto para el titular publicado este 9 de diciembre en el periódico El País de España, denomina la industria webcam como “el fenómeno de la pornografía en tiempo real que se ha multiplicado con la pandemia”.
Muestra el lado más difícil y seco del negocio señalando las largas horas y los “numeritos” que deben estar haciendo las chicas webcam con el único objetivo de entretener a los clientes.
Y que estos, logren el mayor tiempo posible de conexión pidiendo cosas que ellas en un escenario normal “erótico” no harían ni disfrutarían.
Siguiendo con las tesis de la autora, emplea la frase: la pobreza es un arma contra la mujeres que es también un artículo. Aquí afirma que bajo el señuelo de obtener un buen dinero, popularidad, seguidores y con ello fama, logran aprovecharse de la situación de pobreza que viven en América Latina por ejemplo, muchas de las mujeres que ingresan a la industria Webcam.
Dice que bajo una fachada de una oferta laboral atractiva y buenas condiciones laborales se esconde una explotación de cuerpos con material audiovisual sin retorno que luego no se podrá borrar y que se convertirá en herramienta de chantaje y sextorsión.
Al cierre del artículo menciona los miles de anuncios y campañas en redes sociales para seducir niñas y jóvenes que terminan siendo explotadas y esclavizadas por negocios que se disfrazan de Modernidad y tecnología. O la nueva Industria Websex “negocios de entretenimiento en internet” de donde se desprenden términos como prostitución 2.0 y proxenetas 2.0.
Después de estudiar un poco el perfil de la autora, podemos ver que es activista y tiene una larga trayectoria en la carrera por los derechos de las mujeres. Aporta conceptos relativamente nuevos y pone y nos muestra una mirada que profundiza y toca temas que al interior de la industria poco se hablan.
A primera vista puede poner en jaque a los empresarios de la industria desde los más pequeños hasta los más reconocidos. Y con ello, cuestionar la labor de muchos que dedican parte o todo su tiempo a esta empresa.
Al encontrar el dato de que Colombia sea el segundo país en el mundo después de Rumania con mayor número de Webcamers, puede ser un señalamiento para movernos de la silla, y proponer a algunos protagonistas del negocio para hablar del tema.
Para esto contactamos dos estudios a los que les proponemos un cuestionario que enlazara todos los aspectos de los artículos citados y nos permita ver el punto de vista desde su quehacer cotidiano. Aquí lo presentamos:
Hemos realizado el siguiente cuestionario con relación a los artículos y al libro de Mabel Lozano:
Entrevistador: ¿Crees que las modelos se pueden ver emocionalmente afectadas al ingresar a la industria, y si es así ¿cómo lo manejas? ¿Tienes algún ejemplo que nos puedas contar?
Estudio 1: Mira que hay un vídeo de Juan Bustos donde habla del caso donde la modelo entra a la industria y apenas empieza a ver dinero, «la perra que llevan dentro sale» Eso es algo que sucede a veces con algunas modelos. También existen los casos donde las modelos se ven emocional y físicamente afectadas. Por ejemplo: una modelo puede ingresar a la industria buscando mucho dinero pero sintiéndose moralmente mal porque piensa que lo que está haciendo va contra sus principios.
Muchas veces lo hacen por necesidad y a veces los mismos clientes se aprovechan de eso, sí se dan cuenta. Les ofrecen muy poco dinero por cosas que pueden atentar contra su integridad física y lo hacen por la necesidad. Una vez a una modelo que nunca había usado un consolador un usuario le pidió que se metiera el que tenía para anal y el vaginal por la vagina los dos al mismo tiempo y se rasgó la vagina por Ello. Tuvo que ir al hospital y se demoró en recuperarse. Lo que el cliente le envío no alcanzo ni siquiera para los gastos médicos mucho menos todo el dinero que perdió x no poder ir a trabajar
Entrevistador: ¿A qué se debe que la industria webcam sea integrada en su mayoría de mujeres de estratos bajos?
Estudio1: En mi experiencia no he trabajado con muchas modelos de estratos bajos, pero es obvio que talvez la mitad de ellas lo hacen por la falta de oportunidades y la otra mitad porque de verdad aman su profesión y ven en ella un ingreso mucho más alto que en la mayoría de trabajos.
Entrevistador: ¿Cuándo una modelo ingresa a tu estudio, se le explica que va a tener peticiones “raras” como las que piden algunos usuarios en el room?
Estudio1: Claro que sí y también se le explica que hay reglas en las páginas, que deben ser cumplidas al pie de la letra. Y que ella no está obligada a hacer nada que no quiera hacer.
Entrevistador: ¿Crees que las modelos deben hacer prácticas sexuales que en una situación normal de sexo consentido no disfrutan?
Estudio1: Yo pienso como te comentaba anteriormente que las modelos no tienen que hacer nada que no quieran hacer. Ellas deben darle una alternativa al cliente de lo que si ofrecen o pueden hacer.
Entrevistador: ¿Crees que el modelaje webcam es una forma de prostitución?
Estudio1: No lo creo.
Entrevistador: ¿Sabes de algún caso de sextorsion o chantaje a alguna modelo en tu estudio o fuera?
Sextorsion es un término nuevo que se usa cuando el material, en fotos, videos o en vivo es utilizado para solicitar a cambio dinero o no difundirlo entre familiares y amigos de la modelo
Estudio1: Si, una modelo rompió las reglas agregando a un cliente a su Facebook personal. Luego de unos días el cliente le dijo a la modelo que si no le seguía enviando videos gratis x WhatsApp el le iba a mandar a sus familiares todos los vídeos que ya le había comprado.
Entrevistador: ¿Cómo evitar que existan malas prácticas de explotación a modelos por parte de algunos estudios, en cuanto a horarios, remuneración, consentimiento sexual, derechos sobre el material producido, ingreso de menores de edad, etc?
Estudio1: Creo que lo mejor es que la modelo se informe bien acerca de la industria antes de ir a trabajar a un estudio y debe pedir referencias una vez ya haya escogido un estudio.
Otra cosa es que la modelo tiene que tener presente siempre es que en el modelaje webcam el contacto físico no debe existir a menos que ella esté 100% de acuerdo y que no debe dejar que la necesidad la lleve a hacer cosas que no está dispuesta a hacer. La verdad no creo que el mal deje de existir nunca, pero sí creo fervientemente que es mejor prevenir que lamentar.
La visión de los estudios es simplemente técnica
En una primera parada, notamos que los estudios consultados no se muestran como esos monstruos de cuatro cabezas sedientos de explotar y aprovecharse de mujeres pobres e indefensas. Tampoco se evidencia en la superficialidad prácticas similares de trata de personas.
Los estudios en general aclaran que las modelos son muy bien informadas y capacitadas y se trata, en su mayoría, de mujeres mayores de edad con una clara distinción entre sus posibilidades límites y quizá metas que cumplen un horario sin sentirse aplastadas en su moral.
Los títulos y casos exitosos de mujeres que son Influencer en la industria son vistos como prototipos a seguir. Son innumerables los tutoriales de cómo llegar a ser una top webcam y estos aprendizajes van hasta la creación de una “Universidad” en la ciudad de Medellín Colombia.
Tuvimos la oportunidad de comunicarnos con Claudia, una webcamer novata que con el tema de la pandemia se vinculó a la industria. Aquí está su testimonio.
Entrevistador: ¿Cuánto tiempo llevas en la industria webcam?
Claudia: Cuatro meses
¿Si se te hubiese presentado otra oportunidad laboral que te ofreciera beneficios económicos como los del webcam hubieses elegido ingresar a la industria?
Claudia: Claro que sí. Porque genero más ingreso que estando en una empresa.
Al ingresar en la industria del modelaje Webcam, ¿crees que te dijeron todo lo que necesitabas saber para empezar?
La verdad no
Cuando ingresaste al estudio por primera vez, ¿te explicaron con claridad las peticiones que los usuarios hacen ya en la sala?
En el primer estudio que estuve no me dieron la capacitación como tal para ser una gran modelo.
¿Te has sentido “presionada” a hacer algo ante la webcam que no disfrutas en un escenario normal de sexo consentido?
No
¿Crees que te has visto emocionalmente afectada al estar en el la sala de video chat? Si es así danos un ejemplo.
Una vez si por que llego un cliente que me dijo: muéstrame tus ojos y pues bueno que malo puede pasar y pues el señor era un psicólogo analítico y me dijo cosas que solo yo sabía y ese día emocionalmente me derrumbé
¿Has tenido ideas de suicidio alguna vez o has visto o intentado hablarlo con alguien o con una experta?
No
¿Si tuvieses otra oferta laboral mejor dejarías la industria webcam por completo?
Pues la verdad sería muy complicado dejarlo por que como modelo webcam tengo más tiempo para mí y mi familia y puedo salir las veces que sean necesarias.
¿Crees que lo que haces es pornografía?
No
¿Sientes que el material que produces en vivo es bien remunerado?
Si me parece que lo está.
¿Has sido víctima de Sextorsion o chantaje por parte de alguien por tu material en internet?
No he recibido ninguna debido a que yo tengo a mi país bloqueado. Entonces eso me ha permitido no recibir sextorsión.
¿Te has sentido víctima de explotación en algún momento por parte de algún estudio o conoces algún caso?
Conocí el caso de una amiga extranjera que la estaban explotando sexualmente debido a que no tenía cedula, ni pasaporte. La estaban explotando para hacer contenido sexual pornográfico para las páginas. Es lo único que sé.
Dinos que es lo bueno y lo malo de esta industria Webcam
La industria webcam es buena con tal que haya tokens. Si no tienes tokens no se genera nada.
El testimonio de Mariam modelo experimentada
Encontramos a Mariam una webcamer que nos compartió con un relato corto su propia vivencia como modelo y nos habló de derechos femeninos de modelos en estudios webcam
“Algunos estudios te obligan prácticamente a hacer lo que tú no quieres o no estas preparada”, afirma. “Si entra un cliente y pide algo fuerte, que tenga que ver con anal, vómito y algunas veces sangre, ellos te dicen algo como: “¿vas a dejar ir esos tokens? Mira que ese cliente deja mucho y no queremos perderlo” Mariam dice que debido al porcentaje tarifario que los estudios se llevan alrededor del 50%, la presión comienza a incrementar a la hora que ingresan más clientes con fantasías más atrevidas o raras.
Algunas veces llega a afirmar que de eso depende la continuidad de la modelo con el estudio y si quieres ser una modelo top deberás dejar todo escrúpulo y hacerlo sin pensar. Así lo han hecho muchas y he visto algunas que se meten dildos tan grandes que se les nota la penetración en el estómago.
La sensación que deja Mariam es que si existe una presión o fuerza ejercida desde la dirección de los estudios donde ella ha trabajado, con un interés netamente económico sin que haya una preocupación por la salud física o mental de la modelo. O por lo menos se presume que la modelo con hacer su parte del trato y con recibir su paga ya está todo resuelto.
El drama de las mujeres en la industria Webcam pintada de colores
Visto aquí, cada vez que se escudriña en la experiencia percibida por las protagonistas y se tocan los espacios de privacidad de los cuartos webcam, aparecen testimonios de abusos o situaciones donde se ha pasado por encima de los valores y la sensibilidad de las modelos.
En algunos casos por users y en otros por los mismos estudios. ¿Valdría la pena entonces que esta actividad de la que tanto se postea en cifras y economía se comenzara a hablar de cuidados, prevención en salud mental y asistencia psicológica? , por ejemplo
En este enfrentamiento de discursos podríamos decir que lo actores se encuentran en polos opuestos. El activismo desde Mabel Lozano es tajante descalificando la labor de las productoras. Además, cita el caso de Pornhub y la señala como un contenedor de pornografía que se enriquece y en el cual las modelos y estudios solo facilitan su labor. Es decir, son cómplices y así se vulneran derechos femeninos de modelos en estudios webcam
Y desde la industria webcam en su organización interna solo se habla de cómo ganar más tokens , rendir más y tener más llenas las salas de chat. Se habla del tráfico, aspectos jurídicos pero solo que ayudan a sostener el negocio. El glamour de las modelos y de los empresarios sobresale y en algún rincón de la entramada organización se habla de apoyo y asistencia psicológica a las modelos. Como un pequeño espacio pero que existe y en algunos estudios se utiliza como cliché.
Conclusión: muchas historias sin contar
En todos los espacios del negocio webcam o en su gran mayoría podemos decir que hay testimonios de mujeres maltratadas o abusadas en al menos alguna situación.
Al interior de la la industria se vive el movimiento vertiginoso por ganar día a día más tokens y la situación emocional de las modelos solo hace parte de un problema personal al que se presta escasa atención y se in-visibiliza en la normalidad de los rooms y pasillos de los estudios.
Las denuncias de Mabel Lozano en sus libros y en todo su activismo representa un llamado a la acción para corregir muchas malas practicas en un negocio que con la pandemia aumento el numero de camgirls.
La publicidad en todos los medios ha llevado a que muchas mujeres jóvenes y sin oportunidades se lancen tras el dinero y la fama pero no se habla ni existe la misma medida para la información sobre las secuelas emocionales y afectivas que pueden derivar de las practicas en los estudios webcam. Ni tampoco se habla de la importancia de saber elegir un buen estudio.
En dos discursos que ni siquiera se conocen ni se reconocen valdría la pena un punto de encuentro, donde más allá de la denuncia se pueda dar paso a la atención en el principal recurso de la empresa y es la protección de sus mujeres que quiéranlo o no, son protagonistas y están expuestas en la primera linea de atención al cliente.
Se nota el esmerado esfuerzo de la industria en reconocer la actividad como un negocio legal y hacer que haga parte de un reglón formal de la economía, más no en producir políticas de asistencia y protección a la salud mental de jóvenes en su mayoría del segmento de 18 a 25 años y muchos casos madre solteras y cabezas de hogar.
La reflexión entonces vendría a desembocar en que si se viven dos mundos paralelos para los que la contraparte sencillamente no debería existir o ni siquiera se percibe o se reconoce: ¿Cómo es posible comenzar a discutirlo al interior de cada uno?
Son las ciencias humanas en cabeza de la psicología y el uso que los empresarios le puedan dar a sus recursos, las que puedan dar una respuesta directa y suficiente para prevenir y proteger a mujeres que en situaciones de vulnerabilidad llegan a un negocio que promete dinero, fama y prestigio pero que ni siquiera les pregunta por ellas mismas y si están preparadas para asumir todo lo que hay detrás de esta millonaria industria.