Shows Virtuales Para Parejas Sw – Vitualidad Swinger

Los shows virtuales para parejas SW era la nueva realidad y sólo se trataban de pequeñas sesiones de sexo virtual interactivo  con diferentes protagonistas cada semana. Desde parejas Swinger atrevidas, webcamers con gustos bien definidos, solo por la chicas,  pasando por ex modelos de protocolo bien cuidadas y un tanto recatadas hasta despampanantes y exuberantes triple equis con experiencia y roce en el mundo porno; insaciables y atrevidas.

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De alguna manera siempre había pensado que en realidad lo que se hacía en  la webcam era un pequeño pero elaborado proceso de creación o «fábrica de fantasías» que nacía en una idea  sexosa o con la mención de una escena «malpensada» por parte de algún x invitadx y desde allí fácilmente todo se convertía en una lluvia de ideas de preparación  y a veces sin límites a la imaginación.

Nos basábamos principalmente en desnudar la esencia erótica de aquella mente abierta y dispuesta a ser devorada.  Era nuestro trabajo entonces en la nueva realidad un verdadero laboratorio de fantasías

shows virtuales para parejas

 

El squirt es el plato principal en la virtualidad SW

 

Geraldine era una de esas modelos de veinte años que había tenido experiencia en el porno casi por accidente. Habían llegado un par de tipos al negocio donde ella trabajaba y sin más, le habían propuesto la idea de grabar una película con un pago interesante que no podía pasar desapercibido. Era su primera porno y era su primer anal. Y no con un miembro de cualquier tamaño. Era el aquéllos actores de película de unos 25 centímetros.

Mientras la pequeña y tierna Geral nos contaba su historia se preparaba para su primera escena con dos chicas más. Un trío lesbi que habíamos preparado para la noche del sábado.

Semanas atrás, Karen y Mayerly en otros shows virtuales para parejas en cuarentena, nos habían sorprendido con un explosivo squirt.  Y a Linda, la líder del grupo esa noche, se le había ocurrido la idea de repetirlo sin contárselo a nadie, ni siquiera a los del equipo de producción.

Era costumbre ya, que si alguna artista de la web o participante inventaba un nuevo show o traía alguna técnica nueva estaba llamando la atención del público, más de la cuenta y ponía un punto alto con las demás compañeras.

 

Generaba un escenario de sana competencia donde la siguiente vez se repetiría el show con un tiempo más largo y un toque de originalidad por parte de la próxima protagonista. Esto en últimas, como se resumiría en el lenguaje de marketing más técnico, le daría una mejor experiencia al usuario final.

Para hacer el squirt se necesitaba mucha concentración, práctica, mucha lectura y varios pájaros, así decía una ex-webcamer que le gustaba encerrarse en el closet de su habitación para auto estimularse.

Para mí y desde una óptica desconocida era algo que nunca había entendido y fácilmente me perdía en el complejo universo de la sensibilidad femenina tratando de explicar aquel raro fenómeno. Perplejo y salpicado la primer vez me había transportado en un infinito orgasmo que no paraba con Karen, quien en medio de la excitación y un chorro de orina interminable, viéndome mojado sosteniendo la cam, alzaba su mano para disculparse.

Esa noche Linda sobre el final del show y de sabrosos orales mutuos con Geral y la tercera participante, una katira más novata que todas, explotó.

Mientras hablaba y se daba dedo y dildo, Linda repentinamente alcanzó a la inocente Geral con una ráfaga de lluvia dorada. Mientras los usuarios desde la app se masturbaban y los que no, escribían para celebrar la hazaña.  Geral rápidamente se alzó y se escondió en el baño de la habitación  al ver  su brazo mojado, tal cual  una herida abierta en una película de terror, sin quitar la mirada sobre el espectáculo de Linda. Era inevitable captar la sorpresa de Geral invadida de miedo y curiosidad.

La distante  pero excitante sensación visual

Los shows virtuales para parejas en cuarentena antes era sólo una opción más en el abanico de oportunidades para entretener el morbo. Hoy en día era la única opción. Sin embargo, no dejaba de ser interesante, válida y ahora si, con el entretenimiento xxx una idea para reinventarse.

 

Las fiestas virtuales Sw con parejas

Las rumbas y grupos que antes se organizaban en el ambiente Sw en físico migraron a la virtualidad. Un nuevo y desconocido lenguaje a inicios de la pandemia con plataformas que apenas escuchábamos mencionar, hoy se nos presentaba como un escenario que pretendía aliviar el duro golpe de los cierres y las cuarentenas.

Sin embargo y a pesar de tanta importancia al tema del contacto físico, evento tras evento online descubrimos parejas que no hubiésemos disfrutado tanto como en la obligada virtualidad.

«Uyy Molina déjanos ver más», insistían los participantes del show web a Beba Molina una fruta fresca y con mucho estilo. Tatuada hasta los tobillos, voluptuosa y demasiado sexy,  incursionaba en uno de los encuentros sw virtuales con su esposo.  Él callado pero muy  atento a todos los movimientos de las demás parejas y muy permisivo con las posiciones atrevidas de la beba veía excitado como su muñeca despertaba las más bajas pasiones y llevaba la delantera en comentarios y votos.

La química de las  parejas era mágica y más aun viéndose  ya semidesnudas  dejándose llevar por un sin fin  de mini stripdance,  felaciones y  posiciones bastante explícitas que dejaban ver la penetración en su máxima expresión. El especial de mallas era la cereza que sacaba la versión más fetichista de estos dúos en acción que  contagiaban con su adrenalina a otras que apenas lograban  ingresar y sin entender mucho, rápidamente el festín los arrastraba. En pocos movimientos su personalidad erótica y la capacidad de los swingers para acomodarse a todas las situaciones emergían.

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Todo contrastaba con la pasividad de Luis y María, pareja de maduros que al comienzo parecieron entender todo muy bien hasta que vieron cómo se formaba esa orgía virtual y entonces perplejos e inexpresivos sin siquiera hablar una palabra entre sí, mantuvieron la cámara encendida y no ofrecieron ni un gesto  de placer pero tampoco de dolor. 

Solo vimos como encendieron la cámara pero nunca cómo ni cuándo salieron en medio del show multicam, en medio de tanta locura.

Como era costumbre sobre el momento más caliente de la maratónica velada webcam, esta vez de puras parejas, ingresaban encendiendo su webcam Marcelo y Mónica, una pareja de mucho nivel prendas y lencería fina , efusividad y uno que otro sometimiento  a su linda esposita un tanto fuerte pero rico para los ciberusers.

Brindaban siempre un espectáculo visual placentero que ineludiblemente desviaba la atención hacia ellos, robaban el momento final y le daban un cierre apoteósico de puro éxtasis y fluidos corporales.

 

Tríos MHM virtuales, un show gozosamente desigual

Linda, La Llanera y Víctor sería los protagonistas esa noche del primer y más solicitado show de dos vibrantes y apasionadas féminas y un humilde y casi novato fan de Linda en sus redes.

Vic  ganó la envidiable experiencia de participar en vivo de uno de los shows virtuales para parejas en cuarentena y de paso clavarse las más deseadas de la red. Decimos que casi novato pues Linda le había practicado un casting para ver su potencia y que el hombre no se fundiera en plena faena.

Al llegar Víctor diciendo si a todo, toma un trago para bajar la ansiedad. Al ver a La Llanera; grande, culona, tetona diminuta cintura y  amplia sonrisa,  se trastorna aún más y su voz ahora está más entrecortada. La producción le pasa un bebedizo bueno para el desempeño pero él dice que ya tomo sus propias precauciones.

La Llanera es un mujeron por donde se le mire. Arrolla con su cuerpo pero también con su personalidad. Eso sí una vez subida a los tacones y luego sin ellos vemos su lado flaco. Pero ella es pura energía y pierde la noción del show al captar las sensaciones y el disfrute del trío con su amiga Linda con quien comparten una amistad de tiempo pero es su primer vez en la cama.

 

La Llanera duda en parar una vez que esta entregada a Víctor, y mientras Linda hace pausas para saludar e interactuar vía chat con los users La Llanera de fondo no deja de Cabalgar al fan novato  quien responde sin queja ante aquel gigante y apabullante reto en su primer orgasmo.

Es tan largo, continuo e incansable el trío y la química entre La Llanera y Víctor que Linda solo es un elemento más del paisaje que sucede en una sola escena. Apenas hay tiempo para parar cuando ya sólo quedan pocos minutos y el tiempo ha pasado muy rápido.

Víctor por fin consigue alcanzar el clímax y para La Llanera parece solo el comienzo. En el equipo de producción nadie se anima, pues dudan poder con tanto, ante la sonrisa retadora y la seña del entrecejo de la Llanera Como preguntando ¿quién sigue?

Víctor por supuesto, solo quiere vestirse de prisa, salir y recordar aquella increíble y poderosa fantasía. La producción en medio de su afán le burla insinuando que aún queda otro show, una segunda parte.

Él Sonríe, solo dice muchas gracias deja a La Llanera iniciada y lista para un segundo polvo y sale. Ella espera un poco más que baje su impulso, las ganas y con gesto de resignación pide su ropa para ducharse y vestirse.

Virtual pero con mucho swing

El show multiwebcam creado entre todxs y en todas su variaciones era una fantasía que emulaba los viejos tiempos de bacanales grupales en bares SW y entregas permanentes a la lujuria. El sentir  más fuerte de todas las fantasías grupales imaginadas era posible en el escenario virtual y nosotros y los primeros usuarios de esta aventura lo podíamos comprobar.

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